¿Cómo sé si necesito un cuidador de ancianos?

Atendiendo a lo complejas que son las dinámicas actuales de vida, es muy común no poder asumir la responsabilidad de asistir a un ser querido en su etapa de vejez a tiempo completo, por eso existen profesionales como los cuidadores de ancianos.


En esta entrada te ayudaremos a saber si en realidad necesitas contratar con los servicios de un cuidador de ancianos dedicado a tiempo completo.

Si lo cuidas tú, que los motivos sean verdaderos


La razón por la que has decidido cuidar a un adulto mayor siempre debe ser sinceras. Ese es el secreto del éxito como cuidador, pero no siempre es así.
Existen algunos factores “erróneos” o “negativos” que hacen que muchos se dediquen a cuidar ancianos, veamos cuales son:  
·      Culpa: no cuides por sentimiento de culpa, perdona y perdónate.
·      Lástima: usar el término ya es humillante lo correcto es por compasión.
·      Interés: por esperar algo a cambio o ser incluido en alguna herencia.
·    Imposición: suele ser la más común cuando ningún miembro quiere hacerse cargo.
Cuando se cuida obedeciendo cualquiera de estos motivos u otros ajenos a la voluntad de ayudar no resultará eficiente el cuidado.
También existen casos donde sí se deseas hacer voluntariamente y aun así es imposible y en esas situaciones se plantea el dilema de ¿cómo se si necesito un cuidador de anciano?

¿Cómo sé que necesito un cuidador de ancianos?

Lo intentas, seguro que intentas cuidar a tus padres, abuelos, o cualquier otro familiar o amigo de la tercera edad pero estás alarmado por situaciones o circunstancias como:
·      La responsabilidad se ha incrementado, como, por ejemplo: de cuidar solo turno diurno por días o por horas has pasado a un turno nocturno o al caso más extremo de quedarte por completo. ¿Qué pasa con el resto de mi familia? ¿Cuándo los atiendo? ¿Cuándo voy a estar con ellos?
·      Mayor participación en la higiene personal, al principio era él o ella quien se encargaba de su aseo, ahora debes asistirlo o bañarlo directamente. “no sé cómo hacerlo bien”, “me da pena verle desnudo”, “no me gusta hacerlo”.
·      Se ha complicado la alimentación, el adulto mayor, a medida que pasa el tiempo, demanda más ayuda para comer incluso no quiere comer. “No sé cómo manejar esa situación”, “no se cocinar lo que necesita”
·      Cambios de humor, por lo general tengan o no una enfermedad que altere el humor, suelen ser común los cambios de estado de ánimo en las personas de edad avanzada. “No tengo paciencia”, “me irritan sus palabras”, “me duele que me trate así”.
·      Enfermedades, las personas en su vejez son más propensas a enfermarse constantemente. Algunas enfermedades son fáciles de tratar y otras no tanto. “Se enferma mucho”, “no sé qué hacer para que este mejor”, “me siento impotente”.

¿Te has visto en alguna de las situaciones planteadas?

Si la respuesta es sí, es muy probable que necesites ayuda de un personal calificado que ofrezca sus servicios de atención y cuidados de ancianos para resolver esas situaciones, donde todos se verán beneficiados.
De esta forma el adulto mayor tendrá la atención que necesita, mientras que la otra persona podrá hacer su vida, claro sin descuidar a su familiar, solo que con más libertad.

No tienes que sentirte mal

Es natural que esto suceda en ocasiones por no tener la suficiente preparación o tiempo para dedicarle, pedir ayuda de un tercero no te hace una mala persona, es mejor aceptar y buscar ayuda.