Uno de los mayores desafíos que deben enfrentar las personas con sobrepeso es la de balancear sus comidas, así como cambiar sus hábitos para que esta enfermedad no se convierta en un problema de mayores proporciones. Además, algunas personas pueden estar padeciendo de obesidad como parte de una sintomatología propia de una enfermedad como la diabetes, algo aún más complejo. Sin embargo se han hecho descubrimientos recientes que apuntan a que las porciones y los horarios son la base de una buena nutrición, por lo que el desayuno recibe especial tratamiento por parte de médicos y nutricionistas.
El desayuno es una de las comidas más importantes del día, debido a que por ser la primera ingesta de alimento del día, se realiza normalmente cuando el biorritmo del cuerpo y el metabolismo se encuentran en el punto más alto, lo que es muy conveniente para la asimilación de una dieta rica en proteínas, vitaminas, carbohidratos y fibra. Hoy en día, muchos especialistas utilizan al desayuno como una herramienta para la pérdida de peso. Pero hay que saber balancear los alimentos que lo conforman evitando el exceso de calorías.
A pesar de la opinión popular, no es rigurosamente necesario comenzar el día ingiriendo una gran cantidad de comida. Puede que despiertes con mucha hambre, eso es lo normal, pero conviene dejar pasar algo más de media hora antes del desayuno. También puedes iniciar desayunando algo nutritivo pero ligero y esperar algunas horas antes de realmente ingerir una nutrición adecuada. Si lo que estas es tratando de mejorar su salud y seguir una dieta para adelgazar, es muy importante consumir una dieta que sea nutritiva.
En resumen un buen desayuno debe incluir proteínas de calidad, acompañadas de fibra que estimule la correcta digestión y siempre debe hacerse antes de comenzar con las labores diarias, sin olvidar que en el correcto balance, evitaremos la ingesta de calorías innecesarias para evitar el sobre peso.
