Dentro de un programa de “Calidad Total” se deben realizar siempre cambios, no es algo que se haga de una sola vez y para siempre. Dentro de una empresa, inversión o proyecto no sólo pueden, también deben poder descubrirse mejores maneras de llevar a cabo ciertas tareas, de esa forma logramos mejores resultados, invirtiendo la menor cantidad de tiempo posible.
Por ejemplo: es poco probable que un cliente cien por ciento satisfecho, esto es un hecho, y cualquier ventaja que tengamos sobre la competencia será absorbida por esta y rápidamente ya dejaremos de contar con dicha ventaja.
Por eso no hay otra forma que seguir en competencia para poder estar siempre buscando nuevos clientes, ofreciendo novedosos beneficios o ventajas y aquellos que ya se encuentren consolidados, incentivarlos a quedarse, brindándoles el servicio que esperan y que merecen.
El concepto de “Calidad Total” se refiere a la satisfacción de los clientes y es aplicado tanto a la organización como al producto. Con la calidad total se busca la satisfacción del cliente primordialmente y la obtención de beneficios para todos los componentes de la compañía; por lo que no sólo abarca la elaboración del producto para hacerlo llegar al cliente, también incluye las mejoras en las condiciones laborales y la preparación del personal. La manera de lograrlo y mantenerlo es todo un proceso de cambio que debe encararse por todos los actores de una forma permanente.
En pocas palabras, la Calidad Total se entiende por el concepto de poder desplazar o vencer toda una serie de crecientes grados de competitividad que llevan a nuestros rivales a impulsarse para obtener un producto en ocasiones de menor costo.
Es un grave error el pensar que la calidad es solo un producto que el cliente lleva dentro de una caja o la sonrisa que muestra la secretaria de una oficina financiera al ofrecer un préstamo.