Es casi imposible hablar de estilos de decoración alternativa sin mencionar el vintage o la estética hípster. Y es que actualmente son estas dos corrientes estéticas las que definen a la perfección todo lo que se considera diferente, aunque en verdad no lo sea tanto.
Es innegable asumir que ambas tendencias comenzaron siendo una bandera del pensamiento alternativo y disidente, en el cual se buscaba ir en contra corriendo hacia donde las grandes corporaciones disimuladamente nos empuja.
Pero actualmente la mayoría de las industrias de decoración, estilo y arte se han adueñado de esto y de una u otra forma se ha convertido en una moda o estilo más para decorar o vestir, sin un mensaje tan profundo de fondo.
Transmitir un estilo de decoración alternativo.
En esta ocasión te estaremos hablando de esto desde un punto de vista meramente decorativo, ya que una de las ventajas nos dejó su globalización es la facilidad para tratar de incorporarlos a nuestro hogares.
Como ya mencionábamos antes el estilo vanguardista se sirve de muchas otras tendencias, las mezcla y da con algo original como resultado, podemos decir que sus mayores influencias son la decoración industrial, nórdico e inglés, además de por supuesto el vintage.
Uno de los elementos clásicos que podemos encontrar en este estilo de decoración son los sofás grandes y largos, aquellos que son capaces de recordarnos al diván de un psiquiatra.
Ya que el estilo vanguardista se nutre de lo antiguo, no es extraño notar el uso de estampados y telas con diseños y patrones que son clásicos de la década de los 50 y los 60. Este se suele ver más que todo en los muebles y sillas, los cuales terminan dando un toque bastante retro.
Otros delos elementos decorativos que podemos apreciar dentro de este estilo, son la bibliotecas pequeñas de madera, el uso del mimbre para mesas y adornos, además de arte conceptual que evoca mucho a las décadas pasadas.
Por otro lado también podemos ser como se logra acoplar muchos dispositivos tecnológicos dentro de este estilo, como laptop, equipos de sonidos o televisores. Recordemos que, después de todo sigue siendo un estilo de decoración del siglo XXI.
