Vive el cole como una aventura. La industria de las mochilas se reinventa, adaptando su estilo a las
últimas tendencias y productos audiovisuales.
Hasta donde alcanza mi memoria, a finales de los años 90 las mochilas para el colegio eran otra cosa. Había dibujos, sí. Podías elegirla con ruedas o sin ellas e incluso se podían ver, de vez en cuando, estampados del último superhéroe en llegar a la gran pantalla. Qué decir de los 70 y los 80. Las opciones eran mucho más limitadas. De hecho, por entonces se llamaban carteras, de menor tamaño y, en ocasiones, en intentos por innovar, de notable estridencia. Sin duda, no hay punto de comparación con el festival de mochilas que actualmente se ven en las estanterías de las tiendas, esperando a ser recogidas. Y en las puertas de los colegios, paseándose altivas y llenas de color. Minions, estrellas de Disney e incluso emoticonos de Whatsapp, se reúnen cada día en las aulas para, además de transportar mejor que nadie bolígrafos, cuadernos y sándwiches con papel Albal, ser un complemento perfecto para su portador, capaz de mostrar los gustos y personalidades de cada uno. Esto ocurre gracias a la versatilidad de productos que podemos encontrar hoy.
Hace unos años, la finalidad esencial era la distinción de género, existiendo dos grandes grupos donde competían el rosa contra el azul y los estampados de Barbie contra los de Batman. En menor cantidad, se presentaban las mochilas con el escudo de tu equipo o tu ídolo musical y, en un grupo más pequeño, aquel catálogo de colores apagados y categorías unisex que no querías que tu madre te comprara. Los tiempos cambian, e igual que ha evolucionado la tecnología, el cine o las masas, también lo han hecho las mochilas. La variedad es excelsa. La aparición de más series, películas y personajes de éxito obliga a generar un mayor tipo de productos. Pero eso es solo una pequeña parte. El crecimiento de las redes sociales; la masificación del fútbol o el nacimiento incesante de estrellas fugaces del pop, amplía mucho más la gama, haciendo posible que Justin Bieber, Minnie
Mouse, la delantera del Real Madrid y una la caca de Whatsapp, se encuentren reunidas en el examen final de un colegio de Primaria. Fascinante. Por no hablar de su fisionomía. Con ruedas pequeñas; ruedas que podrían competir con las de una bici; a modo de bolsita de surfero; de bolso de mujer… E incluso hay espacio para esas creaciones minimalistas de formas abstractas y menos llamativas. Lo que si parece quedarse sin espacio son aquellas mochilas básicas de color negro, marrón o verde, con dos asas y dos cremalleras. Los precios, dependiendo de su tamaño, innovación y presencia o no de un personaje de fama mundial, oscilan entre los 25 y 70€ (llegando a 90€ si la queremos con casi ruedas de bici).
Es imposible eludir la llamada de tus hijos para tener su mochila favorita. De hecho, yo ya estoy deseando tenerlos para comprarles una.